Todo empezó así, una niña llamada Rosa hizo los doce años y sus padres le regalaron una fiesta sorpresa; había un payaso, un mago, un castillo hinchable, mucha comida y, sobre todo, regalos, grandes regalos y muchas risas. Alas tres de la tarde se acabó el cumpleaños.
Por la tarde fue a un parque de atracciones, no me acuerdo en que ciudad fue.
Se montó en el tiovivo, en las colchonetas, etc... .
Al montarse en la noria vio un paisaje muy hermoso, ¡ como las montañas de Heidi !
y de repente, se paró. Se quedó paralizada, cogió a su hermano de la mano, miró hacia abajo, había metros y metros y metros y muchos más metros.
Pasaron dos horas y el hombre de mantenimiento llegó, arregló la palanca y bajó la noria.
Fui corriendo a abrazar a su madre. Nos fuimos a casa.
Laura.
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